martes, 13 de noviembre de 2018

INTERPRETACION DE LA OBRA "LA CREACION DE ADAN"


 La Creación de Adán es uno de las obras pictóricas más famosas de Michelangelo Buonarotti, considerado uno de los mayores genios de toda la historia del arte. Nació en Caprese en 1475 y murió en Roma en 1564. Destacó en todo lo que hizo: arquitectura (cúpula de San Pedro del Vaticano, palacio Farnesio), escultura (La piedad, David, Moisés) y pintura (Capilla Sixtina). En general Miguel Ángel pinta de una manera muy personal y original. Tan original que posteriormente fue muy imitada, dando lugar a una tendencia artística del Renacimiento final denominada MANIERISMO porque los artistas pintaban “a la maniera” de Miguel Ángel. Bien, esta “maniera” consistía en utilizar una gama de colores muy amplia y muy intensa, los tonos son encendidos, incluso estridentes: naranjas, verdes, azules, rojos, blancos, todos muy fosforitos. Antes de la última restauración esto no era así, 500 años, más el humo de las velas, el de los papelitos de votaciones de Cónclaves y la respiración de miles de visitantes habían acabado de ennegrecer la obra. Tras la restauración, los colores originales pintados por el maestro han vuelto a surgir ante nuestros ojos.

Además de los colores, Miguel Ángel pinta cuerpos musculosos, rotundas anatomías que no son sólo músculos vacíos sino que refuerzan el carácter vigoroso de los personajes. Es lo que se llama “TERRIBILITÁ MIGUELANGELESCA” y que expresa el fuerte ánimo, la energía y hasta el enfado de los representados. Las miradas son penetrantes, las posturas tensas y nerviosas, los gestos fieros. Todo lo contrario de personajes blandos o sosos. Además Miguel Ángel destaca por el dibujo, líneas claras y definidas marcan formas nítidas y conforman muy bien los objetos representados.

La capilla Sixtina que  fue construida en los palacios vaticanos entre 1475 y 1481 por orden de Sixto IV (de ahí el nombre). Tiene forma rectangular y fue decorada en principio con frescos en las paredes y el altar por parte de grandes pintores de la época como Botticelli, Luca Signorelli, Perugino, Pinturichio y Ghirlandaio. El techo fue inicialmente pintado de azul simulando un cielo con estrellas. Estas obras, que en cualquier otro lugar serían muy admiradas, aquí son eclipsadas por la obra miguelangelesca. En 1508 comienza Miguel Ángel su labor de pintura de la bóveda según encargo del papa Julio II. Tardó cuatro años en finalizarlo y a su rechazo inicial (él decía que era escultor y no pintor) hay que añadir sus numerosos roces con el Papa. Según la leyenda, en una ocasión Miguel Ángel abandonó la tarea ante las prisas que le imponía el pontífice y se marchó a su Florencia natal, no sin antes derramar las pinturas diciéndole al Papa que si era una labor tan fácil, que la hiciera él. En otra ocasión Julio II le recriminó por su lentitud diciéndole que tal vez estaba más preocupado por su joven amante que por los frescos y el gran Miguel Ángel le recordó que, en posesión de amantes, también el Papa tenía mucho de que callar. Lo cierto es que los dos hombres poseían un fuerte carácter. En total los frescos de la bóveda cubren 800 metros cuadrados de superficie y constituyen una obra maravillosa que con su despliegue espectacular de escenas y personajes asombra a todo el mundo. En 1535 otro Papa, Pablo III Farnesio encargó a Miguel Ángel la realización del frontal de la capilla con un gran fresco que representara el juicio final. Una obra también deslumbrante con gran número de personajes, escenas religiosas y mitológicas coexistiendo y una enorme profusión de desnudos. Tardó 6 años en acabarla.

En uno de los rectángulos con temas bíblicos que decoran el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano se destaca el tema La Creación de Adán, Tal vez el más reproducido de estos temas sea éste que vemos . Allí está la figura Dios viaja en una estructura acompañada de ángeles. ¿Cuál es sin embargo la naturaleza de esta estructura? Fijémonos bien.  Dios forma parte de esa estructura cuya forma no es ni más ni menos que el cerebro humano. Varias de las piernas de los ángeles acompañantes sobresalen justo donde se sitúa la pituitaria y la salida de la médula espinal. Se aprecia el cerebelo dibujado claramente en la parte posterior... observemos: La interpretación que muchos estudiosos del arte y conocedores de la vida de Miguel Ángel consideran, que este símil, quiere representar la idea de que el hombre, crea a su Dios en su cerebro, y por lo tanto que el género humano no es producto de la creación, la cual defiende la iglesia. 

Desde otro punto de vista podemos interpretar que el universo y sus dioses están dentro de nuestra mente, que somos creados a la imagen de dios con todas sus potencialidades.
"En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros"


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