El estilo de Úrsula es tan potente que se sus obras se quedan grabadas en la memoria de quien las ve. Se dice que es una mezcla de Arte Bruto, Primitivismo y Arte Informal, pero fuera de teorías, los elementos pictóricos que Úrsula utiliza principalmente son: 1. Las texturas visuales a base de pequeños relieves de pasta pictórica, o a base de líneas o punteados, en concentraciones inmensas, creados con empeño y obsesión. El color y las pinceladas son las que generan el dibujo. 2. Predominio del juego con las formas pequeñas, que van componiendo las grandes formas o elementos del cuadro. Siendo estas pequeñas formas las que nos enganchan, nos pierden dentro de la obra, pues la mirada queda cautiva por la belleza de los detalles repetitivos. 3. Composiciones primitivas, es decir, sin perspectivas ni orden lógico. Esto permite jugar con las jerarquías, colocando ciertos elementos con un tamaño mayor y por lo tanto más potente. 4. Colores expresionistas, es decir, puros, contrastados, mucha variedad y sobretodo enfocados a crear una sensación precisa. Muchas veces utiliza el blanco o el negro como color de fondo que potencia las formas de primer plano.
Aparte de la técnica, colores, dibujo o formas, existe otro aspecto muy importante en las obras de Úrsula, gracias al cual sus obras tienen esa potencia y a la vez son tan sorprendentes. Es un factor psicológico, no una temática pictórica. Este aspecto psicológico que se ve en sus obras ser fruto de un carácter único, muy complejo y obsesivo. De aquí las deformaciones, las mezclas de elementos y el ambiente de las obras. No hay nada sencillo, todo son formas complejas, mundos increíbles pero llenos de belleza y misterio. La temática pictórica sirve de base para una creatividad que solo esta pintora sabía conjugar.
