jueves, 20 de noviembre de 2014

AUGUSTE RODIN PADRE DE LA ESCULTURA MODERNA


Este 2014 se cumplen 97 años de su muerte de Auguste Rodin, considerado uno de los padres de la escultura moderna. El escultor francés supo grabar su nombre en la historia del arte con sus creaciones el pensador, el beso, la puerta del infirerno, Balzac, entre muchas de sus notables obras. 


“En la naturaleza están todos los estilos futuros”, decía el escultor francés Auguste Rodin (París, 1840 -Meudon, 1917), quien al parecer hizo de esta filosofía el estandarte de su obra. Independiente y vanguardista fue, sin embargo, duramente criticado -como todo visionario- por sus innovadoras formas de producción.

No obstante, y pese a las múltiples críticas, hubo personalidades que lo calificaron como un genio de la escultura, uno de los padres del modernismo y uno de los grandes impresionistas. Calificativos más que justos si tomamos en cuenta que Rodin dio un giro completo a los cánones establecidos en la escultura, abriendo las puertas de la modernidad gracias a su concepción del arte, compartida, en gran medida, con algunos de sus contemporáneos como Monet, Renoir, Manet o Cézane, auténticos rebeldes contra el academicismo imperante. 

Revolucionar con las manos

La técnica que Rodin empleaba rompía con la clásica idea de la figura como algo estático. Para el escultor, el artista no debía ser un esclavo del modelo, al contrario era el artista el que escogía, con su propio ojo y sensibilidad, el objeto a representar y por medio de su imaginación era capaz de modificarlo para crear una imagen nueva a los ojos del mundo.
Lo que Rodin deseaba, en definitiva,  era darles ‘alma’ a todas sus figuras. Efecto que consiguió, en gran medida, a través del ‘vaciado’ (en la actualidad conocemos estas piezas trabajadas en bronce, pero en su época Rodin las elaboraba en yeso).

El proceso consistía, básicamente, en vaciar el yeso (material usado como borrador y desechado por los escultores) como una manera de criticar el circuito del arte y  la escultura en mármol (igualmente blanco, pero más costoso), que hasta entonces era reconocida como la única  forma oficial.

Su mensaje era claro: la imagen es superior al material con el que está construida.

Controversias

Algunas de las controversias que rodearon a Rodin, en vez de perjudicarlo, terminaron beneficiándolo. Su fama de artista independiente y vanguardista contribuyó a que muchos le hiciesen sus primeros grandes encargos. El pensador, La puerta del infierno, Monumento a Balzac o Los burgueses de Calais no dejaron dudas de su genialidad.

De igual forma, su tormentosa relación con la escultora -no menos grandiosa- Camille Claudel (quien terminó sus días en un sanatorio) también desató críticas; pero la insignia de maestro ya estaba sentada.

Rodin murió el 17 de noviembre de 1917, a los 77 años, en su residencia de Meudon, cerca de París.













































































































































































































COLECCIONES EXPUESTAS