sábado, 31 de julio de 2010

VLADIMIR KUSH Y SUS METAFORAS VISUALES II PARTE

Infancia: Nació en una casa de madera cerca del parque de Sokolniki en Moscú. Comenzó a dibujar y a mostrar su capacidad artística a la edad de tres o cuatro años. A menudo se sentaba sobre el regazo de su padre y terminaba los dibujos que él empezaba. Comenzó a asistir a una escuela de bellas artes a la edad de siete años. Por aquel tiempo, dedicaba la primera mitad de su día a la escuela seglar, encontrando exigencias por parte de sus maestros, y la segunda mitad a clases de arte hasta las nueve de la noche.
Juventud: Aburrido con el estilo de Paul Cézanne en el que se centraba su escuela de bellas artes, Kush comenzó a mezclar imágenes surrealistas pintando su primer cuadro de este estilo a los catorce años. Experimentó con diferentes estilos impresionistas después de ver un libro de Salvador Dalí de los años ’80, mas este estilo no prevaleció en su obra. Influido por su padre, científico de oficio, piensa que la pintura realista muestra la capacidad profesional del artista adentrando al espectador en un mundo fantástico, como haría un matemático. Éste, fascinado por lo que ve, acepta lo suficiente dichas imágenes imposibles como para ver metáforas en ellas y explorar sus diferentes significados.

A los diecisiete años, entró en el Instituto de Arte de Moscú y, con dieciocho, se le ordenó pintar los murales y lonas de infantería mientras cumplía sus dos años de servicio militar obligatorio

Madurez: En 1987, comenzó a vender sus pinturas y exposiciones dentro de la Unión de Artistas. Por aquel tiempo le invitaron a pintar una serie de retratos para el personal de embajada estadounidense. Sin embargo, tuvo que dejarlos de lado su después de que la KGB lo hiciera sospechoso de apoyar a los norteamericanos debido a algunos libros que leía durante su servicio militar.

En 1990, presentó sus trabajos en Alemania junto a otros dos artistas rusos. Tiempo después visitó Los Ángeles para una nueva exposición y se quedó en los Estados Unidos. En 1991 su sueño se hizo realidad. Por mucho tiempo había alquilado un pequeño garaje en Los Ángeles para pintar, mas no podía mostrar sus cuadros en ningún sitio. Con el dinero que ganó dibujando gente sobre el muelle de embarque en Santa Mónica compró un ticket para Hawai y durmió sobre la playa de Santa Mónica hasta el día de su partida.

Su arte fue observado primero en el continente asiático y después en América. En 2001 abrió su primera galería, el en Lahaina, Hawai. Actualmente tiene otra galería en la Playa Laguna de California.




































sábado, 17 de julio de 2010

JUAN MEDINA LA MAESTRIA DE LA CONCIENCIA DEL TIEMPO

En el principio fue la forma, luego vino la luz, después el color y finalmente la textura. Como en la creación arquitectónica, la génesis de Juan Medina en su trabajo pictórico descansa sobre una sólida estructura de técnicas y conceptos, donde su memoria se teje en dimensiones plásticas hechas de aceite y canvas.
Con el transcurrir del tiempo, paso de la acuarela hacia el aceite, éste fue el recurso que le permitió acercarse con maestría a la conciencia del tiempo incrustada en la piedra, madera, espejos y todos los modelos-objetos que transfieren la retorica del Renacimiento sin moralizarlo.

Cada una de las pinturas de Juan Medina crea “otro” universo reflejado que emerge y que el espectador tiene ante sus ojos un punto de vista que es el reflejo simétrico de otra realidad y que proyectado regresa a nosotros como la Manerrist, dentro de la descomposición del espacio, de ahí hacia otra realidad figurativa, de la cual la memoria de él solo tiene la llave.

Su trabajo refleja el deseo de un nuevo entendimiento de los objetos de cada día, que como un científico va acercándose a una realidad latente, Durante más de 23 años Medina ha estado pintando progresivamente, incorporando técnicas y materiales que tienen la estructura tridimensional del espacio virtual.

El campo óptico de su trabajo reciente no es un simple ensamble de efectos, donde la trampa para el ojo está en la pragmática síntesis del arte hiperrealista-surrealista, que está comenzando en México y deja atrás el atavismo hacia el folclore. En este sentido, Juan Medina es parte de una sólida vanguardia de artistas de América Latina que han sido reconocidos ampliamente como artistas en el exterior y han sentado las bases del arte contemporáneo de México.

Juan Medina nace en la capital Mexicana en 1950, ha realizado estudios de arte en la Universidad Autónoma de México, en los Estados y en el Museo del Louvre de París- Francia, como también en el Centro Cultural "Los Talleres de Coyoacán" de la Universidad Iberoamericana. Su obra revela a un alto exponente del hiperrealismo y el arte gótico.




























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