EMOCIONES Y PENSAMIENTOS EN CADA PINCELADA

Santiago Carbonell, pintor ecuatoriano, nacido en Quito en 1960. Emigró a México en 1986. Luego se traslada a España donde estudia pintura en Barcelona y forma parte de un grupo de jóvenes pintores influidos por el informalismo. Tápies es una figura influyente para él. Trabajar con diferentes materiales, los accidentes, el azar y la textura son muy influyentes en sus obras. Le gusta experimentar y está influenciado por las vanguardias. Su obra es de carácter realista y combina elementos del romanticismo y el minimalismo.

Al definir su obra expresa que quiere dejar muy claro que no está de acuerdo con la etiqueta de "pintor hiperrealista" que a menudo le quieren colgar los críticos de arte: "Yo creo que nada más lejos de la verdad. Es un adjetivo que un poco te ayuda a ubicar, pero a mí no me interesa la imagen fotográfica. Yo estoy más en la pintura del realismo clásico de tradición, en el cual abandono el color Kodak y la ilusión de las perspectivas a través del lente, y me vinculo más a la observación cercana, a la pintura de la reflexión y a la pintura del tacto".

Yo soy un pintor de profesión, pero un actor frustrado y un escritor decadente y más frustrado todavía. Creo que la pintura siempre deja agujeros que los puede llenar la palabra, la pintura realista deja agujeros que los puede llenar la mancha, y el dibujo preciso deja agujeros que el grafismo lo puede llenar. Entonces, como a mí me gusta pintar y como soy un pintor de tradición, y cuando era muy joven, a los 17 años, no tenía ni computadora, ni cámara fotográfica, ni video, ni nada de eso, sino una sencilla  caja de acuarelas, esa tradición, de esa simplicidad he llegado a hacer, a componer un poco mi personalidad.

A mí me recuerda mi juventud, y sobre todo una juventud bastante pobre, bastante llena de abandono, bastante triste. Pero que al pasar de los años se ha convertido en una nostalgia y en cierta melancolía".

El ecuatoriano Carbonell es de esos pintores que proyectan la imagen en el lienzo y después, a través de la pintura, le da cuerpo y color.

 

 

 

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