Amrita Sher – Gil es una artista hindú, que nació en 1913 mientras su país seguía bajo poderío inglés, y perteneció a una clase social, si no acomodada, sí de posibilidades sobresalientes. Hija de madre húngara y padre Punjabi, estudió en Paris en la École des Beaux-Arts en donde encontró la manera de expresar su estilo de vida apasionante. Tenía una inteligencia prodigiosa, una sensibilidad sin par y un talento extremo para llevar sus pensamientos/sentimientos a obra de arte.
Sensual, provocadora, un alma libre. La pintora fue una de las figuras del arte contemporáneo en la
India; una de las artistas más importantes del siglo XX. Conocida también como la Frida Kahlo india,
No fue sino hasta 1937 que encontró el estilo que definiría al resto de su obra. Durante un viaje de tres meses a la India rural, vio la oportunidad de expresarse a través de colores brillantes y las pieles oscuras de los granjeros y campesinos del país de su padre.
Amrita es una de las artistas modernas más reconocidas en Asia. La influencia del realismo se nota en casi todas sus pinturas, y su estilo es único al demostrar fuerte admiración por Gauguin o Cezanne, en composiciones que conjugan perfectamente su vida oriental con técnicas occidentales. Su trabajo aborda principalmente un sentimiento de compasión por los desprotegidos, de indignación por un entorno violentado, y de símbolos que guardan un mensaje moral con respecto a la condición humana en general.
Amrita Sher – Gil murió a los 28 años en condiciones misteriosas; se ha sugerido que su fallecimiento fue a causa de un aborto fallido y una posterior peritonitis, pero a la fecha nada ha podido ser aclarado.
Una personalidad femenina y fuerte frente a una sociedad que parecía no estar lista para ella, es composición de una obra artística que, al día de hoy, se considera como la más grande en cuanto a arte moderno respecta en la India. Sher-Gil es recordada actualmente como la pintora más importante de su país, una mujer que abrió puertas sin importarle la opinión de los demás.
